El capitán miró a Fermina Daza y vio en sus pestañas los primeros destellos de una escarcha invernal. Luego miró a Florentino Ariza, su dominio invencible, su amor impávido, y lo asustó la sospecha tardía de que es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites.
- ¿Y hasta cuándo cree usted que podemos seguir en este ir y venir del carajo? -le preguntó.
- Toda la vida - dijo.
Gabriel García Marquez.
El Amor en los Tiempos del Cólera.
El Amor en los Tiempos del Cólera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario