viernes, 5 de agosto de 2011

3:44 a.m.

Perdón, perdón y mil veces perdón a los que me soprtáis día tras día, a los que me escucháis incondicionalmente sin posibilidad de dar consejos. Perdón por no poder mostraros el lado bueno, ese lado divertido que ultimamente sale bien poco. Ya lo hará ;)

Mi cuerpo y sobre todo mi mente me pide relajarme, estar en paz y sereno aunque sea por unos días. Como una pequeña tregua antes del próximo bombardeo. Estoy un poco cansado de horarios, estrés, viajes agotadores (aunque a la vez irrepetibles), madrugones, clases, y sobre todo del tiempo libre. Estoy cansado de todo aquello que anhelaba y anhelo. Solo pido una pequeña parada en el camino para recuperar fuerzas y seguir adelante con mis sueños.

¿Sabes qué? Hoy, por primera vez, no he sentido ni nervios, ni ansiedad, ni emoción, ni vértigo... al pensar en todo lo que me va a ocurrir... sino un poco de miedo. Hoy me he empezado a dar cuenta cuánto voy a añorar este pequeño desastre donde duermo y últimamente casi vivo. Ojalá me lo pudiera llevar conmigo :) sé que me haría todo más llevadero.

No es un miedo aterrador el que tengo. Tampoco es un miedo histérico. Es esa clase de miedo que se siente cuando sabes que vas a añorar más de lo que pensabas. Ese miedo traidor que aparece cuando los eventos se aproximan casi sin ser advertidos para recordarte que el tiempo pasa y pasa y no lo estás disfrutando a tu manera.

Hoy solo necesito unos días de tregua conmigo mismo y todos aquellos que se apunten y estén dispuestos a seguirme el ritmo o, como mínimo, a negociar un término intermedio en el que yo salga ganando :D


De momento dejo esto "entre-abierto" por vacaciones. ¡Hasta el lunes!


No hay comentarios:

Publicar un comentario