viernes, 24 de febrero de 2012

Très mignon.

        No sé siquiera dónde nos llevará la noche, simplemente cojo tu mano y me dejo llevar. 

        No eres lo que esperaba. No eres lo que buscaba. Siquiera eres lo que me merezco. Pero apareciste para hacerme ver que sencillamente eres lo que necesitaba.

        Sigamos a delante con el juego. Movamos fichas y disfrutemos de la partida. No pensemos en la meta, en la recompensa o en el camino por recorrer. Avancemos casillas, saltándonos algunas, tomando atajos y sobre todo… detengámonos y pasemos turno. Que actúe el siguiente, que arriesgue el próximo jugador. No perdemos nada por atrasar un poco la jugada… ya tomaremos carrerilla en la siguiente tirada, con fe ciega en este maldito azar. 
Ambos sabemos que somos unos jugadores nefastos en busca de un poco de diversión (¿o no?).

       No cumples mis expectativas. No te ajustas a mis caprichos. No estás hecho a mi medida… pero nunca te lo pedí. No necesito nada de eso, me basta con ser (momentáneamente) feliz. 

       Y así me ilusiono. Como siempre pensando de ante mano en la próxima jugada, sin finalizar la presente ni olvidar la anterior. Sin embargo, prefiero observar cómo se avecinan los contrincantes, a contra reloj, sin pronunciarme, sin apostar. Y ver cómo todos pasan por nuestro lado, apresurados…sin vivir el momento.

       No me importa si este juego de locos tendrá o no un final feliz, si llegaremos a buen puerto o quedaremos un tanto a la deriva. No me importa lo más mínimo el resultado. Solo quiero embriagarme con tu respiración acompasada, dejarme llevar, perder la noción del tiempo y reírme de este sin-sentido que estamos creando… encomendarme a la diosa Fortuna… que hoy no me encuentro con decisión suficiente para saber qué camino tomar.

       Mientras tanto, solo puedo ofrecerte una pizca de diversión, un tanto de locura, poca racionalidad y un montón de reglas polvorientas que seguramente preferiríamos descartar.









Pardon et merci beaucoup!!  ^^
 



  IsraSp