martes, 29 de marzo de 2011

El momento crítico

 No hace mucho, hablaba con una personita muy personal, que todavía sigo sintiendo ese momento crítico. Cuando todo se hace más difícil, cuando el día llega a su cima, alza su cabeza, bate sus alas bien fuerte, para finalmente morir en los bazos de Morfeo. Es el momento crítico del día, cuando todo se evalúa, todo vuelve a la cama y el agua a su cauce, cuando estás a salvo... ya nada puede alcanzarte, excepto tú mismo. Ahí, bien acurrucadito esperas que la mañana no se despierte, que no venga a sacarte de tu fortaleza, que no venga a zarandearte... no, ¡a esta horas no! Cinco minutitos más... hoy no te apetece peinarte.

Así, como cada noche, digo... hoy me voy a la cama prontito... sin embargo ya he aceptado que soy un animal nocturno... y él aguarda con paciencia, nunca tiene prisa y tú sabes que llegará. Terminas tu jornada pensando en el mañana, distraes tu mente para no notarlo, pero todos sabemos que en la oscuridad más profunda, en el silencio más quieto él espera. Se aproxima a ti, notas su presencia... es "el momento crítico". No concilias el sueño en ninguna postura, cambias, cambias y giras de nuevo. Nada, no das con la tecla, ¿quién se ha llevado el botón del "OFF"?

Intentas resistirte, luchas con todas tus fuerzas... aunque sabes que la batalla está perdida. Finalmente te rindes y caes a sus brazos, te acurrucas contigo mismo y te inyectas tu dosis de opium personalizado. Ya sí, estás cómodo, te sientes bien... ya puede pasar un huracán que has llegado a la cima. Ya pasó. Solo te queda bajar la cuesta, esto es fácil, te lo sabes de memoria. Solo te queda cerrar los ojos y... desearle dulces sueños...










                      ¡Buenas noches!





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